martes, 4 de diciembre de 2018

La doma del Chucaro en el rodeo montubio


Esta fiesta criolla se organiza con ocasión del Día de la Raza, para ello se construye una especie de coliseo. El coso es una estructura redonda de caña guadúa y de al menos ocho metros de alto, llena de graderíos. Participan las haciendas es una lid pareja y apasionante. Tal vez la culpa es de Cristóbal Colón y su hazaña del 12 de octubre de 1492. Los rodeos montubios, tratan de preservar la identidad y celebrar el amor a los campos y animales.







El personaje central de esta fiesta es el montubio, campesino de la costa. Hombre trabajador, hijo de españoles, indios y negros asentados en Guayas, Los Ríos y Manabí.
Sobre las tierras de esas zonas rurales, se practica la doma de caballos. Lo típico del oficio son las botas, los sombreros grandes que cubran del sol, trajes vistosos, espuelas y la habilidad innata del montubio para montarse y mantenerse sobre el caballo chucaro, aquel no domesticado, que se convierte en la atracción. La destreza que emplea en el campo la utiliza en el "show" que ya es un ritual y parte del folclor ecuatoriano. No hay rodeo sin barra. El montubio se gasta hasta tres cajas de balas para disparar su revólver de grueso calibre al aire.













La competencia se realiza entre haciendas, la que acumule más puntos gana. Todo el año ansian que llegue el día en que puedan mostrar su pericia. Si hay que catalogarlo, el rodeo son "las olim­piadas del campo". Entre las pruebas de destreza resaltan la enlazada; los chalanes se forman en V para conducir al caballo al lugar donde otro lo enlazará (de espaldas, de pié o acostado), otros le amarrarán las patas. Muchos, sin importar edad y sexo, terminan estrellados contra el suelo. La presencia de mujeres y niños es un punto aparte. La mujer no sólo participa en el concurso de "Criolla Bonita", sino que participa en ciertos números galopando y dominando al potro salvaje. El público las premia con aplausos; el reconocimiento se extiende a los más pequeños, quienes con un metro y medio de estatura hacen gala de su linaje y se enfrentan con potros chucaros y vacas veloces. La fiesta termina en un gran baile al aire libre.